La palabra Mao viene del origen taíno que significa “tierra entre ríos”. De ahí se pueden deducir las bondades hidrográficas y ecológicas que posee este municipio de la provincia Valverde, conocido popularmente como La Ciudad de los Bellos Atardeceres. En la ciudad hay una presencia del modernismo que cohabita con algunas casas antiguas que recuerdan la época de fundación del municipio, que cuenta con unos 125 años. Sus balnearios son puntos de referencia a la hora de darse un chapuzón, principalmente en los de los ríos Yaque del Norte, Mao y Ámina, aunque demandan un poco de atención de las autoridades. Mao tiene un conjunto de potencialidades a ser desarrolladas en gran medida, tales como el área protegida, que es un refugio de vida silvestre; la Furnia de Gurabo, parte del nuevo Parque Nacional Piki Lora, así como el contraembalse, que es un almacenamiento de alrededor de ocho millones de metros cúbicos de agua para usos diversos, tanto de esparcimiento como de riego. Ramón Aníbal Almonte, presidente de la Sociedad Ecológica de Valverde, cita entre sus atractivos a visitar los corredores agro-turísticos, ya que el municipio tiene los bananales y arrozales más extensos del país. El valor botánico de los bosques urbano y seco es otro atributo de este municipio resaltado por el presidente de Soeva, quien informó que allí hay muchas especies endémicas. A esto hay que agregarle la observación de otros recursos naturales como la avifauna, y de algunos reptiles, ya que de acuerdo a lo expresado por Almonte, tienen documentación de que en ciertas comunidades del municipio hay colonias de culebras boa de la Hispaniola y de iguanas cornutas en todo el bosque seco, pero esto aún no se ha explotado. Alrededor de un 30 por ciento de la población del municipio es rural, por lo que aún guardan muchos hábitos de la gastronomía tradicional. El guanimo, los panecicos, la torta amarga, el roquete, las empanadas, los pastelitos y el sancocho, que aunque es un plato nacional, aquí tiene la peculiaridad de que se le agrega carne de chivo o guinea, son algunos de los elementos de su gastronomía que se pueden encontrar en algunos campos del municipio, principalmente los días de lidias de gallos. Pero para los amantes de la comida gourmet, el poblado de Mao posee diversos restaurantes que ofrecen lo mejor de la comida nacional e internacional, como El Mesón, La Tertulia y El Rancho, entre otros.
Un ámbito cultural diversificado
En cuanto a la cultura, Mao exhibe una diversidad de aspectos que traspasan el tiempo, como sus fiestas patronales en honor a la Santa Cruz, organizada por la Iglesia Católica. Además, posee su fiesta carnavalesca que comenzó a organizarse a partir del 1988. Cada año atrae a miles de personas y su personaje principal es el “Avechiza”, una especie de engendro antropológico de sapo, abeja y chivo, de acuerdo a lo expresado por Almonte. Un activo valioso de Mao es la Banda de Música Municipal que cada domingo hace una retreta en el remozado parque Amado Franco Bidó. Como Mao es una ciudad de inmigrantes en gran medida, con la migración llegaron los valores mágicos-religiosos de la población campesina y haitiana, por lo que cuenta con grupos de atabales y núcleos haitianos que hacen sus rituales.
Albergues
Los principales hoteles de Mao son el Novus Caoba, una estructura prácticamente nueva con confortables habitaciones, así como La Hora Azul, este último con un atractivo parque acuático que atrae visitantes de diversos puntos de la región. Además hay una oferta de habitaciones familiares muy diversa que se ha convertido en un mercado muy demandado por extranjeros y nacionales.
Por Wendy Almonte/Elcaribe.com.do
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