viernes, 16 de noviembre de 2012

Nashla Bogaert habla de fotografías íntimas publicadas en Internet

Estimados amigos,
 
Como ya todos ustedes saben, últimamente han sido divulgadas varias fotografías íntimas mías, en principio a mis amigos, familiares y relacionados y finalmente desde este pasado miércoles se extendió en todas las redes sociales. Por el cariño y respeto que me une a todos ustedes desde que inicié mi carrera en los medios de comunicación hace diez años, he decidido darles una explicación sobre este asunto: hace aproximadamente seis años, cuando apenas tenía 19, en un ámbito estrictamente privado e íntimo, una persona que gozaba de mi total confianza tomó las fotografías que hoy están siendo divulgadas sin mi consentimiento, atentando totalmente a mis derechos y tratando de lacerar una carrera que tanto esfuerzo me ha costado construir. Alguien se ha dado a la tarea de difundir estas imágenes que yo creía que estaban en manos de una sola persona. Todos aquellos que han difundido estas fotografías, desde el origen hasta aquellos que las han reproducido, deben saber que han cometido y cometen un delito sancionado por la ley. Al igual que yo, cientos de jóvenes en el mundo son víctimas del “sexting”; y a través de mis acciones muchas pueden encontrar la ayuda para actuar. La violación a la intimidad de las personas es un asunto grave, muy grave, que no puede ser tomado a la ligera, por eso nuestras leyes disponen de drásticas sanciones para quienes incurren en hechos como este del cual soy víctima hoy día. Todos me conocen porque soy una persona que actúo con responsabilidad en todos los ámbitos de mi vida pública; y así lo haré en este caso. Por eso, he dejado en manos de mis abogados este asunto, para que inicien las acciones pertinentes que sirvan para sancionar a todo aquel que ha atentado contra mi privacidad. En lo adelante, este inconveniente será resuelto por las vías correspondientes, por lo que a través de estas palabras lo cierro de manera oficial. Quiero que quede claro que no tengo nada de qué avergonzarme pues las figuras públicas también tenemos vida privada, y sobre esta no estamos obligados a dar explicaciones. Les agradezco de todo corazón el apoyo hacia mi persona el cual se ha visto manifestado en la mayoría de sus comentarios.  Me despido poniendo mi confianza en la justicia y con la certeza de que tanto ustedes como mis compañeros de los medios sabrán respetar mi decisión de no seguir tratando personalmente este penoso tema. Un abrazo y nueva vez gracias por su incondicional apoyo.
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