Por Rafael Pujols
Laguna Salada.- Debido al deterioro de su principal vía de comunicación, los residentes de este municipio y del Distrito Municipal de Jaibón,se sublevaron, quemando gomas y lanzando ramas, piedras, así como todo tipo de desechos que encontraron a su paso causando un gran entaponamiento vehícular. La acción dejo varados una gran cantidad de patanas, furgonetas, camiones, guaguas del transporte público y otros tipos de vehículos, unos que se dirigían a Villa Vásquez, Montecristi y Dajabón, como los que iban a la ciudad de Santiago y Puerto Plata. La protesta, según la señora Carolina Estela Pérez, residente en la carretera Duarte en Laguna Salada y el presidente de la Junta de vecinos, así como de la Sociedad de Padres y amigos de la Escuela de Jaibón, Antonio Domínguez, la situación que viven desde hace más de ocho meses, es caótica e inhumana. La señora Pérez dijo que su calidad de vida ha mermado más de un 90 por cientos, ya que según aseguró, el polvo les ocasiona serios problemas de salud afectando especialmente a la población más vulnerable, tales como los niños y los envejecientes. Explicó que luego que las autoridades raparan el poco asfalto que había en ese tramo carretero, la vida para las gentes se torna difícil, “a cada momento tenemos que estar en manos de médicos y como los medicamentos están tan caros, imagínense ustedes el viacrucis que estamos pasando”. En tanto que Antonio Domínguez, presidente de la Junta de vecinos y de la asociación de padres, madres y amigos de la escuela del Distrito Municipal de Jaibón, Laguna Salada, resaltó que solo Dios sabe lo que ellos están pasando, tras señalar que tienen miedo de enviar a sus niños al centro educativo, “como andan esos satanistas como los locos pueden matarlos y quien responderá por eso”. El dirigente comunitario dijo que ya están cansados de tantas burlas, “porque si no iban a asfaltar la carretera, para que entonces le quitaron el chin de asfalto que tenía”. Sostuvo, que ya no aguantan la polvareda que levantan, especialmente los camiones, patanas, las guaguas y los furgones, y que a diario muchos de sus hijos deben ser internados con problemas pulmonares, de la piel y de la vista. Explicó que debido a los hoyos y zanjas en esa vía, cada vez que cae un vehículo pesado, producto del estruendoso ruido que causan, no pueden dormir y pasan las noches sin pegar un ojo, “esta situación nos está matando poquito a poquito y nadie nos ayuda”. “Nadie responde por los daños físicos y emocionales que nos está produciendo el deprimente estado de nuestra carretera principal a través de la cual nos comunicamos con todos los pueblos de la región Noroeste y el Cibao Central”, resaltó Antonio Domínguez, del Distrito Municipal de Jaibón Laguna Salada. Cabe destacar que la protesta inició a eso de la seis de la mañana del día del “Santo Cobro” o fecha en que la mayoría de los dominicanos reciben sus prestaciones laborales, y hasta la hora de redactar esta nota no se habían registrado, ni enfrentamiento ni detenciones de personas, por lo tanto los miembros de la Policía y el Ejercito Nacional, comandado por el capitán De Aza Reyes, no tuvieron que gastar los recursos del Estado Dominicano, lanzando bombas y mucho menos balas.
Laguna Salada.- Debido al deterioro de su principal vía de comunicación, los residentes de este municipio y del Distrito Municipal de Jaibón,se sublevaron, quemando gomas y lanzando ramas, piedras, así como todo tipo de desechos que encontraron a su paso causando un gran entaponamiento vehícular. La acción dejo varados una gran cantidad de patanas, furgonetas, camiones, guaguas del transporte público y otros tipos de vehículos, unos que se dirigían a Villa Vásquez, Montecristi y Dajabón, como los que iban a la ciudad de Santiago y Puerto Plata. La protesta, según la señora Carolina Estela Pérez, residente en la carretera Duarte en Laguna Salada y el presidente de la Junta de vecinos, así como de la Sociedad de Padres y amigos de la Escuela de Jaibón, Antonio Domínguez, la situación que viven desde hace más de ocho meses, es caótica e inhumana. La señora Pérez dijo que su calidad de vida ha mermado más de un 90 por cientos, ya que según aseguró, el polvo les ocasiona serios problemas de salud afectando especialmente a la población más vulnerable, tales como los niños y los envejecientes. Explicó que luego que las autoridades raparan el poco asfalto que había en ese tramo carretero, la vida para las gentes se torna difícil, “a cada momento tenemos que estar en manos de médicos y como los medicamentos están tan caros, imagínense ustedes el viacrucis que estamos pasando”. En tanto que Antonio Domínguez, presidente de la Junta de vecinos y de la asociación de padres, madres y amigos de la escuela del Distrito Municipal de Jaibón, Laguna Salada, resaltó que solo Dios sabe lo que ellos están pasando, tras señalar que tienen miedo de enviar a sus niños al centro educativo, “como andan esos satanistas como los locos pueden matarlos y quien responderá por eso”. El dirigente comunitario dijo que ya están cansados de tantas burlas, “porque si no iban a asfaltar la carretera, para que entonces le quitaron el chin de asfalto que tenía”. Sostuvo, que ya no aguantan la polvareda que levantan, especialmente los camiones, patanas, las guaguas y los furgones, y que a diario muchos de sus hijos deben ser internados con problemas pulmonares, de la piel y de la vista. Explicó que debido a los hoyos y zanjas en esa vía, cada vez que cae un vehículo pesado, producto del estruendoso ruido que causan, no pueden dormir y pasan las noches sin pegar un ojo, “esta situación nos está matando poquito a poquito y nadie nos ayuda”. “Nadie responde por los daños físicos y emocionales que nos está produciendo el deprimente estado de nuestra carretera principal a través de la cual nos comunicamos con todos los pueblos de la región Noroeste y el Cibao Central”, resaltó Antonio Domínguez, del Distrito Municipal de Jaibón Laguna Salada. Cabe destacar que la protesta inició a eso de la seis de la mañana del día del “Santo Cobro” o fecha en que la mayoría de los dominicanos reciben sus prestaciones laborales, y hasta la hora de redactar esta nota no se habían registrado, ni enfrentamiento ni detenciones de personas, por lo tanto los miembros de la Policía y el Ejercito Nacional, comandado por el capitán De Aza Reyes, no tuvieron que gastar los recursos del Estado Dominicano, lanzando bombas y mucho menos balas.
