San, Salvador, El Salvador.- Visite el mausoleo donde descansan los restos mortales del único arzobispo asesinado en un país de América Latina, la verdad que Monseñor Romero se siente vivo en el corazón del pueblo de San Salvador, estatuas, calles, hospitales y muchas personas lo honran con su nombre, por coincidencia de la vida mientras cruzábamos del parque Central Francisco Morazán a la Catedral de la capital San Salvador, donde están enterrados los restos del mártir de la iglesia latinoamericana, pudimos contemplar una marcha del pueblo organizada, en protestas por reivindicaciones sociales. Es que la Catedral de San Salvador con los restos de Monseñor Romero representa las aspiraciones sociales de un pueblo doblemente sufrido. su Presidente Mauricio Funes reconoció recientemente la responsabilidad del Estado Salvadoreño en el asesinato de Monseñor Romero con las siguientes expresiones : “ En nombre del Estado Salvadoreño, como Presidente de la República, reconozco que el entonces arzobispo de El Salvador Oscar Arnulfo Romero Galdámez, el 24 de marzo de 1980 fue víctima de la violencia ilegal que perpetro un escuadrón de la muerte” Funes ante un auditorio en el que se encontraban la familia de Monseñor Romero, asi como religiosos de varias congregaciones, dijo : “Este tipo de grupos armados ilegales ejercieron el terror de manera generalizada entre la población civil durante aquellos años aciagos, dejando tras de si miles de víctimas.” Dichos escuadrones lamentablemente actuaron bajo la cobertura, colaboración, aquiescencia o participación de agentes estatales”. Con este escrito hago honor al mártir de la solidaridad, al mártir que puso su sacerdocio al servicio de los más necesitados, sin importar si con ello se ofrecía como un sacrificio al pueblo y al espíritu santo.
Germán Díaz Bonilla