Al ver el cadáver de Facundo Cabral tirado en el piso de una estación de bombero de la ciudad de Guatemala me pregunté ¿Que sentiría Juan Colón al observar este sacrilegio?. Yo sentí rabia y desprecio. Rabia, contra una sociedad que no es capaz de preservar lo mejor de su esencia, contra los sicarios que apretaron el gatillo, contra los autores intelectuales de este brutal crimen, contra las autoridades de Guatemala incapaces de brindar protección a los ciudadanos, contra el gobierno de ese pais imposibilitado de proteger a figuras extranjeras importantes, en fin... me dan rabia todos ellos...Desprecio, por la clase política dominante que sólo se preocupa por explotar a sus pueblos, llenando sus bolsillos con sus bienes, sin importarle el rumbo que estos tomen, sin percatarse de que con su afán y locura están conduciendo a la especie sana de la sociedad a su extinción total. Por ellos, siento un gran desprecio. Hoy las campanas tañen por Facundo, mañana es seguro que sonaran por otro que como él "no son de aquí, ni son de allá".
Descanse en paz, Maestro.
Humberto Perdomo.
Nota : Extraído de un comentario hecho al articulo “La muerte de Facundo” en el Blogs “Mao en el Corazón” http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/
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