Bogota, Colombia.- Hasta hace ocho meses, Fernando Alejandro Jiménez
González era un exitoso comerciante costarricense dedicado a la explotación de
locales de rumba y a coleccionar carros de lujo. Se inició como vendedor de verduras y, tras enfrentar
un par de procesos por fraude con tarjetas de crédito, empezó a amasar una
fortuna calculada en cerca de 2 millones de dólares que autoridades
centroamericanas le atribuyen al lavado de dinero de la mafia de México. Con ese dinero, adquirió una lujosa mansión, un
rancho y nueve predios. Pero no le sirvió para escaparse del cerco de la Armada
y la Policía de Colombia, que hace siete días lo capturaron en Bahía Solano,
Chocó, posando de humilde pescador en una embarcación corriente.'Palidejo' salió del relativo anonimato en el que
vivía y se convirtió en objetivo de las autoridades por cuenta del crimen del
cantautor argentino Facundo Cabral, ocurrido en Guatemala en julio de
2011. Uno de los sicarios que disparó contra Cabral dijo
que el atentado iba dirigido a Henry Fariñas, el empresario que lo acompañaba, y
que obedecía a líos de mafia con 'Palidejo'. Y aunque Francisco Campos, abogado de 'Palidejo',
dice que es una prueba muy débil, coincidió con una vieja interceptación
telefónica que vinculaba a su cliente con actividades ilícitas. Desde entonces
empezó su cacería por homicidio y tráfico de drogas. Sus casas fueron allanadas, sus carros confiscados y
su foto, la de su esposa Wendy y las de sus padres saltaron a la circular roja
de la Interpol.
Fuente : El Tiempo
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