Un expresidiario brasileño encontró el amor de una manera inesperada y a la vez muy ocurrente. Falto de dinero, aceptó un “trabajito” por el que le pagaron 1.000 dólares, pero que nunca concretó. María Nilza Simoes, una despechada esposa brasileña, había contratado a Carlos Roberto de Jesús para matar la mujer de la que sospechaba que mantenía relaciones con su marido. Sin embargo, según Carlos Roberto, en el día fijado para el homicidio, el pasado 24 de julio, descubrió que la supuesta amante era una conocida suya, Erenildes Aguiar Araújo, conocida como “Lupita”. Al verla, “no tuvo valor para seguir adelante”, relató el noticiario brasileño Universo Online. Así, Carlos Roberto, inspirado por los telefilmes de intriga, decidió fingir la muerte de su “víctima”: la tiró al piso, le vendó la boca, la cubrió con Ketchup y le puso un machete entre el brazo y el pecho. Después le sacó una fotografía y se la mandó a la demandante de sus servicios. Pese a que el fotomontaje fue convincente para la despechada mujer, la realidad se vino encima. Unos días después encontró al “asesino” besándose con la supuesta amante de su marido en la calle. Furiosa, la mujer fue a hacer la denuncia y se armó revuelo. Los tres contaron lo sucedido y, aunque todos incurrieron en delito, quedaron en libertad por no haberse consumado el crimen.
Fuente. ABC.es
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