Cruz Maria Garcia (Madre criatura) |
Salvar la vida de la madre, es el argumento que la doctora Ángela
Milqueya Sánchez utiliza para explicar las razones que la llevaron a
decapitar un bebé en momento en que realizaba un parto. Tras el hecho, las autoridades abrieron una investigación y suspendieron a la doctora de sus labores. El
Ministerio de Salud Pública designó a la comisión de ética para llevar a
cabo las indagatorias. Otro tanto, hizo el Colegio Médico Dominicano,
pero ya convocó una rueda de prensa en el que apoya a la doctora, al
señalar que ella actuó por la situación que se presentó. Cruz
María García, madre de la criatura malograda, fue sometida a un parto
natural en el Centro Igualas Médicas San Juan, de la provincia San Juan
de la Maguana. Fue atendida por la gineco-obstetra desde el
principio de su embarazo y en las labores de parto. Además de Sánchez,
en el proceso participó otra doctora, una pediatra, dos enfermeros y un
anestesiólogo.
Las complicaciones
La doctora Ángela Milqueya Sánchez, en conversación telefónica con la emisora Zol 106, narró que el alumbramiento iba tan normal que la cabeza de la criatura salió sin problema por el canal, y que incluso, no tuvieron que hacer una ruptura en la pelvis de la paciente. “Entonces ahí vino la complicación, donde no pudimos asistir el expulsivo, porque no pudimos extraerles los hombros, el producto no salió, porque hubo una distocia de hombros, que está descrita en los libros, donde no pudimos, unimos esfuerzos, hicimos todo lo habido y por haber, yo viví unos momentos de angustia”, exclamaba. La doctora afirmó que la paciente ya había tenido partos de ocho libras y media, así como uno de casi diez libras, por lo que no dudó en someterla al mismo proceso para que alumbrara. Fue en ese momento, añadió, que llamó a la madre de la paciente y le explicó la situación. “Estamos en un problema, no podemos sacar el producto y ella, ¿sabe que me dijo?, sálveme a mi hija doctora, doctora coja valor y sálveme a mi hija”. Según narró, en ese momento, la galena tomó una decisión. “Ni modo ya ese producto estaba ahí, con esa cabeza que ni para adelante ni para atrás, había que salvarla a ella, porque pudimos tener una ruptura uterina y la paciente morir y entonces con la paciente anestesiada ni modo tuvimos que decapitar el producto”, explicó. “Y así con el valor de Dios, con todo el valor que Dios nos dio, le hicimos la cesárea a la paciente, ni modo ya ese producto con esa cabeza ahí, que ni para afuera ni para adentro, había que salvarla a ella”, agregó. Al preguntársele si la paciente era candidata para una cesárea, la doctora contestó que “se le hizo la cesárea, pero lamentablemente si yo hubiese adivinado se la hago antes y no me paso una noche entera en vela en labor de parto de esa paciente”. Luego de mucha insistencia de los conductores del programa radial, dijo que la última sonografía practicada a la paciente había ocurrido dos semanas antes del nacimiento y que la misma no reveló “ninguna macrosonía fetal”, caso en que tendrían, señala, que haber tomado otra medida. “Si no se engatilla el producto hubiese salido hasta de 11 libras”, adujo.
Que es la distocia de hombros
La distocia de hombros se produce cuando, tras la salida de la cabeza fetal, se detiene la continuación del parto fruto del desprendimiento de los hombros, impidiendo que se complete el descenso. En estos casos, el gineco-obstetra puede verse en la necesidad de, si la criatura ya ha muerto, terminar de desprender la cabeza del feto para poder salvar la vida de la madre. Si se presenta la dificultad de que ya la cabeza ha salido pero los hombros no, el médico actuante suele acudir a practicar una cesárea.
Las complicaciones
La doctora Ángela Milqueya Sánchez, en conversación telefónica con la emisora Zol 106, narró que el alumbramiento iba tan normal que la cabeza de la criatura salió sin problema por el canal, y que incluso, no tuvieron que hacer una ruptura en la pelvis de la paciente. “Entonces ahí vino la complicación, donde no pudimos asistir el expulsivo, porque no pudimos extraerles los hombros, el producto no salió, porque hubo una distocia de hombros, que está descrita en los libros, donde no pudimos, unimos esfuerzos, hicimos todo lo habido y por haber, yo viví unos momentos de angustia”, exclamaba. La doctora afirmó que la paciente ya había tenido partos de ocho libras y media, así como uno de casi diez libras, por lo que no dudó en someterla al mismo proceso para que alumbrara. Fue en ese momento, añadió, que llamó a la madre de la paciente y le explicó la situación. “Estamos en un problema, no podemos sacar el producto y ella, ¿sabe que me dijo?, sálveme a mi hija doctora, doctora coja valor y sálveme a mi hija”. Según narró, en ese momento, la galena tomó una decisión. “Ni modo ya ese producto estaba ahí, con esa cabeza que ni para adelante ni para atrás, había que salvarla a ella, porque pudimos tener una ruptura uterina y la paciente morir y entonces con la paciente anestesiada ni modo tuvimos que decapitar el producto”, explicó. “Y así con el valor de Dios, con todo el valor que Dios nos dio, le hicimos la cesárea a la paciente, ni modo ya ese producto con esa cabeza ahí, que ni para afuera ni para adentro, había que salvarla a ella”, agregó. Al preguntársele si la paciente era candidata para una cesárea, la doctora contestó que “se le hizo la cesárea, pero lamentablemente si yo hubiese adivinado se la hago antes y no me paso una noche entera en vela en labor de parto de esa paciente”. Luego de mucha insistencia de los conductores del programa radial, dijo que la última sonografía practicada a la paciente había ocurrido dos semanas antes del nacimiento y que la misma no reveló “ninguna macrosonía fetal”, caso en que tendrían, señala, que haber tomado otra medida. “Si no se engatilla el producto hubiese salido hasta de 11 libras”, adujo.
Que es la distocia de hombros
La distocia de hombros se produce cuando, tras la salida de la cabeza fetal, se detiene la continuación del parto fruto del desprendimiento de los hombros, impidiendo que se complete el descenso. En estos casos, el gineco-obstetra puede verse en la necesidad de, si la criatura ya ha muerto, terminar de desprender la cabeza del feto para poder salvar la vida de la madre. Si se presenta la dificultad de que ya la cabeza ha salido pero los hombros no, el médico actuante suele acudir a practicar una cesárea.
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