Gabriel Emmanuel Lamí Román, quien ultimó a tres mujeres, una niña y
luego se suicidó, en un hecho ayer en Invivienda, en Santo Domingo
Este, había intentado quitarse la vida en al menos en dos ocasiones.Quien
para sus vecinos parecía una persona normal, para su familia había sido
un tormento. “A ese hombre se le metió un demonio”, dijo con rabia un
pariente del homicida-suicida, quien reveló a elCaribe que tuvo que
ponerle una orden de alejamiento porque intentó matar a sus familiares. Sin
un signo de sufrimiento, relató que hace varios días Lamí Román se tomó
diez sobres de “tres pasitos” (veneno) para que su expareja hoy occisa,
Vicky Irrizari Méndez, de 24 años, viera que se quitó la vida porque
ella se rehusaba a volver con él. Un vecino de Lamí reveló que hace
varios meses éste también intentó quitarse la vida con unas pastillas
luego que otra expareja, Lidia Mabel Martínez, lo dejara tras un intento
de asesinarla. Era buscado por las autoridades por este hecho.
Cinco muertos; una denuncia
Luego de que el pasado 24 de diciembre, Gabriel Lamí, de 26 años, intentara llevarse a Vicky a la fuerza de su casa, la joven, quien sostuvo una relación de cuatro meses con quien se convirtió en su verdugo, puso una denuncia por agresión el miércoles 26 a las 10:51 a.m., por ante la Unidad de Violencia de Género de la Fiscalía de la provincia Santo Domingo, y esta fijó una cita para el 11 de enero. Según relató un pariente del agresor, ayer en la mañana, Vicky fue con su madre, Sahara Méndez Castillo, de 54 años (occisa) a la casa de su expareja en el sector La Toronja, Santo Domingo Este, a buscar sus pertenencias. María Jeannett Román, madre del agresor, estaba en el apartamento cuidándolo, luego de un intento de suicidio. Cuando las dos mujeres llegaron, María, en vez de apoyar a su hijo, le dio la razón a Vicky lo que enfureció a Gabriel Lamí. Un vecino dijo que Lamí, lleno de irá, decidió encerrar a su progenitora en su apartamento y partió hacia la casa de un amigo, le robó el arma y volvió con la intención de matar a su madre, pero ella había sido rescatada por amigos. El homicida-suicida partió hacia el departamento 3A del edificio 03, de la manzana 47-12, donde residía su expareja y su familia, entró y asesinó a las hermanas Vicky y Yeibys Méndez, de 29 años, a Míacamila Félix, la hija de esta última, de dos años, y a la madre de las dos primeras, Sahara, y luego se suicidó. En tanto, Kisairis Méndez, hija de Sahara, salvó la vida al escapar por una ventana.
Cinco muertos; una denuncia
Luego de que el pasado 24 de diciembre, Gabriel Lamí, de 26 años, intentara llevarse a Vicky a la fuerza de su casa, la joven, quien sostuvo una relación de cuatro meses con quien se convirtió en su verdugo, puso una denuncia por agresión el miércoles 26 a las 10:51 a.m., por ante la Unidad de Violencia de Género de la Fiscalía de la provincia Santo Domingo, y esta fijó una cita para el 11 de enero. Según relató un pariente del agresor, ayer en la mañana, Vicky fue con su madre, Sahara Méndez Castillo, de 54 años (occisa) a la casa de su expareja en el sector La Toronja, Santo Domingo Este, a buscar sus pertenencias. María Jeannett Román, madre del agresor, estaba en el apartamento cuidándolo, luego de un intento de suicidio. Cuando las dos mujeres llegaron, María, en vez de apoyar a su hijo, le dio la razón a Vicky lo que enfureció a Gabriel Lamí. Un vecino dijo que Lamí, lleno de irá, decidió encerrar a su progenitora en su apartamento y partió hacia la casa de un amigo, le robó el arma y volvió con la intención de matar a su madre, pero ella había sido rescatada por amigos. El homicida-suicida partió hacia el departamento 3A del edificio 03, de la manzana 47-12, donde residía su expareja y su familia, entró y asesinó a las hermanas Vicky y Yeibys Méndez, de 29 años, a Míacamila Félix, la hija de esta última, de dos años, y a la madre de las dos primeras, Sahara, y luego se suicidó. En tanto, Kisairis Méndez, hija de Sahara, salvó la vida al escapar por una ventana.
¿Cómo consiguió el arma homicida-suicida?
Tras dejar a su madre encerrada en su departamento, Gabriel, quien
laboró en un banco por seis años, se dirigió a la casa del raso del
Ejército, Ángel Vázquez, quien era su amigo, y robó su arma de
reglamento. Según la Policía, Vásquez declaró que oía música
junto al homicida-suicida, y en el momento en que se dispuso a ir al
baño, Gabriel tomó el arma de una gaveta. Las autoridades dispusieron
la cancelación del agente y su envió a la Justicia.
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