En cualquier país y en cualquier universidad no es fácil
graduarse con una nota promedio que permita obtener el galardón Summa
Cum Laude. Jerussa Valverde Santana se graduó de ingeniera industrial
con ese grado, en Unibe, y nos habla de cómo lo consiguió
Jerussa Valverde Santana, a sus 22 años de edad se graduó de
ingeniera industrial con el más alto índice académico en la
Universidad Iberoamericana, obteniendo así el honor de Summa Cum Laude. Alcanzar 3.96 puntos de 4, equivalentes según sus cálculos, a una
nota súper sobresaliente 99 de 100, lo atribuye principalmente al
sentido de responsabilidad que le fue inculcado por sus padres desde el
hogar. El lograr esa meta personal no la hace sentir mejor ni peor que otras
personas. Acepta con humildad los méritos académicos obtenidos fruto de
su esfuerzo y dedicación. Jerussa “hereda” lo sobresaliente de sus padres, pues se graduaron de dos carreras y en ambas obtuvieron honores. Recuerda que su padre José María Valverde Sanlley, a quien llamaba
Yía, murió cuando ella tenía solo nueve años de edad. Obtuvo una
licenciatura en administración de empresas y su madre una licenciatura
en contabilidad summa cum laude. Ya casados estudiaron juntos derecho. También su hermana mayor hace unos años se graduó con honores de
arquitectura en UNIBE. Su único hermano le ha manifestado en broma que
él también es meritorio porque “suma para aquí y suma para allá”. En la entrevista realizada en una de las oficinas administrativas de
UNIBE, Jerussa deja claro que el lograr esa meta personal que se había
trazado es solo el inicio de un gran camino que deberá recorrer, tras
señalar que el solo conseguir honores académicos no es la garantía de
ser exitoso en la vida. Dice que siente más orgullo por las personas que se levantan y
siguen adelante derribando todos los obstáculos. Esto lo expresa al
recordar a uno de sus compañeros de estudios que no pudo graduarse con
ella en la pasada XXXIV investidura que realizó Unibe, porque se le
presentaron dificultades, pero que continúa batallando hasta lograr su
objetivo de hacerse profesional. Para ella todos los seres humanos son iguales, y en particular tienen sus cualidades y habilidades. Valores y principios. Los nueve años que vivió con
su padre fueron de calidad, porque él y su madre le inculcaron valores y
principios que le han sido útiles en toda su vida. Jerussa es una joven con inquietudes sociales. Por eso pasa a formar
parte del programa juvenil de UNIBE, líderes del mañana, en el que los
estudiantes sobresalientes de allí tienen la oportunidad de desarrollar
labores sociales y de aporte al país. Agradece a esa academia por
haberle dado la oportunidad de estudiar becada y dice sentirse
satisfecha de que la universidad se sienta orgullosa, porque tuvo
rendimiento académico durante los cuatro años de la carrera. El primer año de estudios fue más fácil, luego los tres siguientes
resultaron más duros, pues tenía que estudiar y trabajar. Reitera que su
sentido de responsabilidad y el planificarse le permitieron llevar a
cabo las dos tareas con excelencia. Jerussa laboró por dos años en el Instituto de Estabilización de
Precios (INESPRE), en horario de medio tiempo. Ingresó como secretaria,
luego pasó al departamento de Compras y Suministro terminó como
encargada de análisis de precios. En la actualidad trabaja en el Banco
Confisa como analista de riesgos operacionales. No sabe cuando se casará. Jerussa tiene nueve años
de amores con Dagoberto Willamo, graduado de administración de empresas
en UNIBE. Se conocieron en el colegio y desde esa época, cuando tenía 13
años, mantiene una relación más que de novio, de compañero, de amigo,
pues explica que éste posee una buena formación familiar y se
desarrollan en los mismos ambientes. Dice que vive el día a día, que aún
no está preparada para contraer matrimonio. “En realidad todavía estoy
muy joven y me siento feliz como estoy ahora, creo que no es tiempo
para yo casarme. No estoy preparada para asumir ese compromiso”.
Temas nacionales
Jerussa tiene sus propias ideas sobre algunos temas nacionales.
Piensa respecto a la violencia intrafamiliar que la sociedad dominicana
tiene que revisarse y actuar en consecuencia. No se explica cómo un
hombre maltrata a una mujer cuando tiene a su madre, y quizás a hermanas
e hijas. Con relación a la inversión del 4% del Producto Interno Bruto
(PIB) en Educación en 2013, considera que no solo con recursos
económicos se resuelve el déficit educacional, sino que ese dinero
debe ser bien administrado y las familias deben ayudar a la formación.
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