RICARDO RODRIGUEZ ROSA
SANTIAGO.- Luís Rafael Vásquez, el obrero de 38 años que
ayer intentó cercenarse el pene, despechado porque su exmujer no quiere
reconciliarse con él, aparentemente sufre de trastornos mentales y en otras
ocasiones ha intentado suicidarse. El hombre, quien fue operado la tarde de este martes en el hospital José
María Cabral y Báez, admitió que ingiere bebidas alcohólicas con mucha
frecuencia y que esa es la razón principal por la que su antigua compañera se
resiste a aceptar sus pedidos de reiniciar sus relaciones. Vásquez se encuentra recluido en ese centro y los médicos que participaron
en la cirugía dijeron que no llegó a cortarse su miembro viril por completo,
por lo que pudieron operarlo sin mayores dificultades y que en pocos meses
podría estar completamente recuperado. Vásquez, quien reside en la comunidad La Ciénaga, en la parte Norte de este
municipio, narró hoy que a veces sufre de ataques de epilepsia y que fue
producto de esa situación que intentó amputarse el pene. Sin embargo, galenos que lo asisten en la unidad de cuidados quirúrgicos de
ese hospital, pusieron en duda su versión, en el entendido de que los afectados
por esa enfermedad no tienen capacidad para tomar decisiones de esa naturaleza
en los momentos de convulsiones. Personas que estaban presentes en el hospital cuando Vásquez fue llevado,
dijeron que éste en principio mantuvo una actitud agresiva contra el personal de
ese centro de salud, hasta el extremo que agredió a una enfermera, por lo que
tuvo que ser controlado a la fuerza. El propio Vásquez indicó que en una ocasión se lanzó sobre un vehículo en
marcha con el fin de morir atropellado, pero que solo recibió golpes y heridas
leves. Meses después se golpeó fuertemente en la cabeza con una pared de
concreto y que, aunque perdió el conocimiento por varios minutos, fue llevado al
hospital Cabral y Báez y logró sobrevivir. Vásquez le dijo a su ex mujer que, si no se reconciliaban se quitaría la
vida.
Fuente : El Nacional
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