Gran admiración les produjo a algunos el hecho de que unos aficionados (hinchas) hubiesen introducido un ataúd al estadio Cúcuta, en Colombia. A otros no les pareció nada gracioso, sino todo lo contrario. Sin embargo, muchos se preguntaban si el ataúd iba vacío o contenía algún cadaver.El comandante de la Policía local, Álvaro Pico Malaver, confirmó que faltando 15 minutos para que terminara el partido entre Cúcuta y envigado, un grupo de aficionado ingresó con el féretro a la tribuna del estadio.
¿Quién iba dentro del ataúd?
Yamile recibió, quizás, una de las más extrañas propuestas para cumplir la voluntad de su hijo asesinado: dejar que sus amigos lo llevaran, dentro del ataúd, a un partido del Cúcuta Deportivo, equipo del que era hincha. “Él quería que así fuera su despedida y por eso lo acepté“, confesó. El cuerpo del menor, de 16 años, quien fue asesinado el viernes en el oriente de Cúcuta, sólo permaneció una hora en la Funeraria Caminos de Paz. Cuando el reloj marcaba las 4 de la tarde y transcurría casi media hora del partido entre Cúcuta y Envigado, arrancó la procesión rumbo al estadio General Santander. La caravana llegó al estadio 45 minutos más tarde. Ya iban 15 minutos del segundo tiempo. El grupo lo encabezaba Yamile, la madre del difunto. “Recorrimos el estadio por fuera y, al final, decidimos entrar, pero la Policía no lo permitió. Entonces, intentamos tumbar la puerta, le dimos duro a la reja y un compañero metió la mano y la abrió”, recordó Johan Ramírez, líder un grupo de aficionados. Así fue como una avalancha de cerca de 200 personas ingresó al estadio, faltando 15 minutos para el pitazo final, con todo y féretro, cuando las puertas se habían habilitado para la salida del público. Este insólito caso, que no sólo le dio la vuelta al mundo sino que puso en duda la seguridad en los estadios del país.
Gracias a Oskar Huertas por hacernos llegar la noticia
Fuente: eltiempo.com
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