viernes, 14 de octubre de 2011

Obispo de Kansas City y diócesis acusados formalmente en caso de sacerdote pederasta

Por A. G. SULZBERGER y LAURIE GOODSTEIN

The New York Times

KANSAS CITY, Mo. — El obispo católico de Kansas City-St. Joseph, Robert Finn, y la diócesis que dirige han sido acusados formalmente por un gran jurado del condado por delito de omisión de denunciar sospechas de abuso infantil en el caso de un sacerdote que había sido acusado de tomar fotografías obscenas de niñas. La acusación es la primera a un obispo católico en los 25 años desde que el escándalo sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes se hizo público en los Estados Unidos. El obispo Finn es acusado de encubrir abusos que tuvieron lugar en fecha tan reciente como el año pasado, casi 10 años después que los obispos católicos de la nación aprobaran una resolución comprometiéndose a informar a las autoridades policiales los casos de sospechas de abuso. El obispo ha reconocido que supo de la existencia de las fotos en diciembre pasado, pero no las entregó a la policía hasta mayo. Durante ese período, el obispo Finn y la diócesis tenían razón para sospechar que el sacerdote, el reverendo Shawn Ratigan, podría abusar de las niñas, según la acusación, citando "el conocimiento previo de las preocupaciones con respecto al Padre Ratigan y las niñas; el descubrimiento de cientos de fotografías de niñas en la computadora portátil del Padre Ratigan, incluyendo la vagina expuesta de una niña, las imágenes tomadas bajo las faldas de otras y muchas otras imágenes centradas en el entrepierna; y la violación de las restricciones impuestas al Padre Ratigan". La acusación fue anunciada el viernes por la fiscal del condado de Jackson, Jean Peters-Baker. Esta había estado sellada a partir del 06 de octubre debido a que el obispo se encontraba fuera del país. Este regresó el jueves. "Se trata de proteger a los niños", dijo la Sra. Peters-Baker. El obispo y la diócesis de Kansas City-St. Joseph fueron acusados con un cargo cada uno de un delito menor. El obispo Finn apareció en la corte a la 1 pm y se declaró inocente, al igual que los abogados de la diócesis. El obispo Finn dijo en un comunicado: "Vamos a confrontar estas acusaciones con una resolución firme y una defensa vigorosa”. Dijo que él y la diócesis habían "cooperado completamente" con la policía. También se refirió a las medidas que había tomado desde que el escándalo se hizo público, que incluía la puesta en marcha de un informe para investigar el caso y reforzar los procedimientos para el manejo de las denuncias de abusos. El padre Ratigan fue arrestado en mayo y ha sido acusado por un gran jurado federal de toma de fotografías indecentes de las niñas, siendo el caso más reciente durante una “cacería de huevos de Pascua”, en la primavera pasada. Su caso llevó a una demanda civil presentada en agosto, que afirma que entre diciembre de 2010 y mayo de 2011, el Padre Ratigan asistió a cumpleaños infantiles, pasaba fines de semana en los hogares de familias de la parroquia, organizaba los eventos de búsqueda de los huevos de Pascua y presidió, con el permiso del obispo, en la primera comunión de una niña. El caso ha generado furia hacia un obispo que ya era una figura polarizadora en su diócesis, y ha generado llamados de los feligreses para que dimita. Los feligreses comenzaron una página en Facebook titulada “Bishop Finn Must Go” ("El obispo Finn debe irse") y circularon una petición. Un editorial de The Kansas City Star en junio, que pedía al obispo que abandonara su posición, concluía que los fiscales deben "continuar persiguiendo activamente todos los cargos penales pertinentes" contra todos los involucrados. Avivando la mayor parte de la ira está el hecho de que hace solo tres años, el obispo Finn resolvió pleitos legales con 47 demandantes en casos de abuso sexual por US $10 millones y se comprometió a una larga lista de medidas preventivas, entre ellas informar de inmediato acerca de cualquier sospechoso de ser pederasta a las autoridades policiales. El obispo Finn, quien fue nombrado en 2005, alejó a muchos de sus sacerdotes y feligreses, y ganó el elogio de otros, cuando renovó la diócesis para cumplir con sus puntos de vista teológicos tradicionalistas. Es uno de los pocos obispos afiliados al movimiento conservador Opus Dei.


Traducido por Isaías Ferreira (metransol@yahoo.com)

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