La investigación efectuada por el Ministerio Público y la Policía Nacional tiene por objeto averiguar la verdad a través de los medios de prueba y con ello se respalda la acusación en el proceso penal. Es común el uso de “pruebas tradicionales” como el testigo, inspección y documentos, entre otros, pero el testigo puede olvidar o equivocarse; el lugar puede ser alterado o los documentos extraviados, por ello la “prueba científica” es un elemento importante y se obtiene a través de la participación de peritos o expertos en cada materia.
OMAR BARRIOS*
Con el avance de la tecnología existen otros medios de prueba que proporcionan información relevante en la investigación. Este tipo de herramientas se apoya en sistemas digitales y se conoce como tecnovigilancia, que consiste en el conjunto de actividades y dispositivos de observación, registro y control sobre personas, lugares, transportes u objetos, hecho a través de video, audio o equipo telemático. Puede efectuarse en forma directa o indirecta; la primera, a través de circuitos de video y/o audio, el cual es accesible por el propio usuario en su sistema o de forma remota a través de Internet, por medio de dispositivos de rastreo como el caso del Sistema de Posicionamiento Global conocido como GPS o controles de ingreso automatizados con tarjetas inteligentes o chips, entre otros. Estos sistemas de grabación muestran cada movimiento del sujeto, pueden reproducir conversaciones o proporcionar un mapa de trayectoria en espacio y tiempo. Existen otros tipos de tecnovigilancia, pero indirecta, como el caso de los datos de tráfico que genera el uso de la telefonía móvil en las celdas utilizadas en la comunicación o las “huellas” que deja en su trayectoria un correo electrónico, con el objeto de determinar su origen físico o el caso de una conexión a determinado sitio en Internet o red social. Estos medios de prueba podrán ser reproducidos cientos de veces con el mismo resultado, y generan elementos probatorios indispensables. El procedimiento para obtenerlos, peritarlos y convertirlos en evidencia y posteriormente en prueba debe estar sujeto al cumplimiento de normas jurídicas y técnicas que permitan cumplir con la legalidad y objetividad para poder ser admitidos a proceso y evitar con ello que se incurra en deficiencias o irresponsabilidad en su incorporación, sumando a ello que el sujeto que administra estos recursos debe considerar el plazo de almacenamiento, copias de seguridad, calidad y responsabilidad en su uso, además de cumplir con aspectos legales como el respeto a la privacidad. Lo sigo diciendo: Con la tecnología y en internet, todo queda registrado.
Tomado del Diario "La Prensa" de Guatemala
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