Me siento profundamente conmovido, hoy recibí la visita de cuatro personas, dos mujeres y un hombre acompañado por un diacono de la iglesia católica. Su propósito, según me manifestaron, era hacerme saber su intención de perdonar al victimario de su hermano. Que hacen apenas 48 horas, en circunstancia aun no aclaradas, mato en medio de una riña de una puñalada, al joven Cesar Antonio García Dilone. En un negocio de venta de bebidas alcohólica denominado “Espal Bar” ubicado en la calle Toño Brea del sector “Las Cuarenta”, del municipio de Mao, en la Republica Dominicana. Mi conmoción es por la actitud de los hermanos de la víctima. Es un gesto poco común en nosotros los seres humanos. Ellos me manifestaron que deseaban en el futuro manifestarle al presunto matador de su hermano, que lo perdonaban y que no guardaban ningún rencor en sus corazones. Su motivación es la firme creencia y fe en Dios. Este gesto me recuerda un pasaje de la Biblia cuando Pedro le pregunta a Jesús: "¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete." También cuando el Papa Juan Pablo II fue a la cárcel a visitar a la persona que había atentado contra su vida gravemente de nombre Ali Agca, en esa visita el Papa lo perdono y le recibió la confesión. Los seres humanos debemos reflexionar y cuidar el bien más preciado que es la vida. Hay que tener una actitud de tolerancia y respeto a los demás, hay que perdonar, porque perdonar es destruir odios y rencores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario