Por Rafael Pujols Laguna Salada.- Cientos de personas encabezados por las autoridades municipales y el párroco Marcos Cruz, marcharon pacíficamente por la autopista Duarte en esta ciudad, en procura de llamar la atención a las autoridades para que concluyan los trabajos de reconstrucción de esa importante vía. Los residentes en Laguna Salada se hicieron representar por el sacerdote de la Capilla San Antonio de Padua, Marcos Cruz; Federico Bernard, Alcalde del municipio; Rafael Aníbal Reyes, Director de Caritas Diocesana Mao-Montecristi; Olmedo Acosta, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos “El Guabay”; Rafael Paulino Fermín, presidente de la Asociación Pro-Defensa de la Sociedad; Aníbal Acosta y una amplia comitiva de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), en Laguna Salada. Afirman que la construcción de dicha vía fue dejado abandonado por el Ministerio de Obras Públicas hace ya algunos meses, y que cuando llueve se convierte en una pocilga y que cuando hay seca el polvo que levantan los miles de vehículos que se desplazan diariamente asfixia a los residentes especialmente los niños y los más ancianos, además de que se torna intransitable. La protesta que inició a eso de las 8:00 de la mañana en el frente de la capilla de ese municipio, lo que provocó un tranque vehicular que duró aproximadamente unas tres horas, dejo varados una gran cantidad de camiones, volquetas, guaguas, carros y camionetas. Destacaron que la crítica situación en que viven los lagunasaladenses, a veces el asfixiante polvo y en otras ocasiones el lodo cuando hay precipitaciones, constituye un alto riesgo, tanto para los pobladores del Municipio como los transportistas que a diario se desplazan por la autopista. Los representantes de la comunidad en sentido general, resaltaron que a las autoridades electas solo les interesaron los votos y ya no se acuerdan por donde se llega a Laguna Salada, “somos huérfanos de autoridad, lamentablemente nos han olvidado, pero la lucha va a continuar cueste lo que cueste”. Al término de la marcha se presentó al lugar un contingente policial y militar, tratando de amedrentar a las personas que caminaron ocupando toda la vía, pero nadie hizo caso, nadie corrió ni mucho menos se lanzo una piedra dando con su actitud, muestra de civismo y valentía. Luego, a eso de las 11: 30 de esa misma mañana, los residentes en el Distrito Municipal de Jaibón, Laguna Salada, calentaron la pista sembrando por segunda vez en medio del lodo plantas de guineos y plátanos la carretera Duarte, lo que provoco que los policías y los militares corrieran al lugar para evitar otras acciones. Llegando a la finca improvisada por los pobladores de Jaibón, los miembros del cuerpo del orden y los militares, empezaron a tumbar las plantas y a quitar algunos troncos, así como otros desechos sólidos para dar paso a una gran cantidad de vehículos que se encontraban detenidos por la protesta. Los manifestantes también acotejaron una cama en medio de la carretera y un fogón en el que pretendían cocer algunos alimentos, pero que los policías les obligaron a quitar, aunque no evitaron que el cocido se llevara a cabo a orilla de la vía en donde un grupo de jóvenes disfrutaron de un locrio de jamón. De acuerdo a los representantes de las comunidades de Laguna Salada y el Distrito Municipal de Jaibón en Valverde, esto es el inicio de una series de acciones en caso de que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y la Oficina Supervisora de Obras del Estado, continúen haciéndose de la vista gorda en torno al problema.
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