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| "El Muerto" y "Gilbert" | 
Dicen  El Muerto  influía  más en oficiales de esos organismos en el sector  Herrera que Gilbert
Agentes de la Policía y de la Dirección Nacional de Control de 
Drogas (DNCD)  se enriquecen con el negocio del microtráfico de 
estupefacientes en el sector Herrera,  Santo Domingo Oeste, afirmaron 
dos jóvenes que reconocieron su vínculo con el negocio, quienes por su 
integridad personal pidieron mantener sus identidades en el anonimato. Según explicaron, son los agentes los que establecen el lugar en el 
que pueden operar los puntos de venta, llegan a acuerdos con los 
cabecillas de las redes, les venden armas de fuego  y cobran un peaje 
de  10 mil a 40 mil pesos semanales por cada punto. Tras las ejecuciones de Junior Javier Minaya Guzmán (Gilbert) y de 
Edwin Omar Cabrera González, (El Muerto), sindicados jefes de dos bandas
 de microtráficantes de esa populosa barriada, se ha destapado una caja 
de Pandora que vincula directamente a políticos  y agentes de la DNCD y 
de la Policía. Afirman que el método que utilizan para lucrarse sin 
verse afectados incluye chantaje, terror  sicológico y agresión física a
 integrantes de las redes. Los jóvenes  declararon aspectos sobre los asesinatos de ambos capos,
 las operaciones de estos grupos y la supuesta relación de los 
distribuidores de drogas con los agentes del orden público. Sobre las muertes.  Existía la relación entre 
Gilbert y El Muerto, conocido como “El jefe del Pentágono”, quien  
dominaba el tráfico. Mientras que el de Guajimía (Gilbert) era 
distribuidor que poseía más armas. Los jóvenes indican que Cabrera González intentó matar a Minaya 
Guzmán en una ocasión. Narran que después de que mataron a El Muerto, y 
creen que lo hizo gente de la   DNCD,  policías recibieron dinero y 
comenzó una cacería contra Gilbert, acusado de mandar a asesinar a El 
Muerto. “Gilbert se iba a entregar,  pero él no le tenía confianza a ninguno 
(a los policías), porque alguien dio par de pesos para que los policías,
 si él se entregaba, lo metieran pa’ una de las celdas de Las Palmas, de
 la gente de El Muerto, para que lo mataran. Por eso no quiso 
entregarse”,  aseguró uno de los muchachos. Asimismo, dijeron que a Juan Carlos, quien estaba con Gilbert al 
momento de su muerte, le van a “mochar un pie porque se iba a entregar, 
le pusieron las esposas y  de espaldas  un policía le baleó las 
piernas”. Señalan que la  gente del Muerto podría perseguir  a la familia de 
Gilbert y no hay seguridad de nada. “Ellos se le tiraron a la hermana de
 Gilbert y creemos  que la guerra puede continuar, tememos por nuestras 
vidas. No solo por la lucha entre los grupos, sino por la persecución 
policial, que es peor y queda impune”. Modo de operar.  “Gilbert y El Muerto eran jefes de 
varios puntos de drogas. Tenían bajo su mando jóvenes fijos en esos 
lugares y también algunos que operaban como ‘delivery’”, alegan. “Se accede a la red desde los nueve años de edad, como mula, luego 
se asciende”.  Sobre la venta, explican,  se compra a 380  pesos el 
gramo de cocaína. Pero a 10 gramos le pueden sacar hasta RD$7,500.   
Hacen 50 fundas  de medio gramo y  las  venden de esa manera.   Dijeron 
que    distribuyen perico,  cocaína y marihuana.  “Además del peaje, se paga entre  5 y 10 mil pesos a  policías que 
patrullan, y ellos, para meter presión, apresan a los vendedores,  les 
ponen droga, arman un expediente y si el jefe de la red paga la cuota 
asignada, los liberan”, aseguran los jóvenes.
Por qué entrar
Los jóvenes explican que se introducen al negocio de las drogas por 
la carencia de empleos. “Imagínese, es que  no tienen empleos, no tienen
 nada, les gusta la bacanería, estar bonitillo, ponerse sus tenis y no 
pueden ir a buscar trabajo porque no han estudiado nada y ese es el 
trabajo más fácil. Tú no tienes que llevar currículo ni nada, nada más 
ser guapo y vender lo tuyo bien para que la gente que ingiere quede 
satisfecha”. Dijeron que un día flojo ganan RD$4 mil y los fines de 
semana, cuando se venden sobre RD$100 mil se llevan de RD$12 y 20 mil.
 
 
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