Roberto Rosario, el periodista que lucha por su vida sin vista pero con la mejor sonrisa
Por Miguel De Jesús
7/4/10.
Terminada mi jornada de reportero desde Mao para la cadena de Radio del Grupo Medrano,la habitación número 213 del Centro Medico de Mao ,me esperaba, allí junto a los comunicadores, José Tejada,Daniel ,Doris y Leaquina,los últimos de apellido Rodríguez, compartimos con Roberto Rosario.
El famoso Rubirosa, el mismo de las luchas estudiantiles, el de los reportajes con estilo peculiar, el muchacho grande de la sonrisa sin malicia, el no posee mas riqueza que el cariño de su gente, Rosario perdió la visión por la visita de una diabetes mas alta que el Monumento de Santiago.
Fue un encuentro sin canciones, sin vino pero con los ojos pintados de esperanzas de Leaquina, con la dulce voz de Doris que parecía cantar con el Piano del Sol que entraba por la ventana, momentos en que todos intentábamos dibujar un Corazón en las ilusiones de este amigo que tiene el deseo de sentirse vivo mirando los túneles en las piernas de las mujeres
Ver a una persona tan inquieta en una cama es doloroso, ha pesar de que el ha mantenido el buen sentido del humor, ignorando la tristeza que ha tratado de llevarle la retinopatía diabética que ha quitado la luz a sus pupilas, pero las semillas de su sueños de seguir publicando en su Periódico El Sol De La Línea lo mantiene en pie de lucha.
Apretamos sus manos y transmitimos las fuerzas para juntos volar, a sabiendas de los hombres como el no saben perecer solo vivir, esperando que sus ojos abran de nuevo y sus pupilas iluminen mas que los faros, mantenemos la alegría porque de irte no es tiempo todavia, ahora te toca disfrutar la comodidad de la casa que siempre soñaste y que hace poco conseguiste
Que todo aquel que pueda le tienda la mano, es ahora cuando el necesita, para hacerle sentir menos pesada esta realidad cruda que el vive junto a su familia, preparémonos para compartir con Roberto el día en que pueda ver de nuevo las nubes de algodón correr como las cortinas de un escenario y escucharle decir, amigos de nuevo los veo
Por Miguel De Jesús
7/4/10.
Terminada mi jornada de reportero desde Mao para la cadena de Radio del Grupo Medrano,la habitación número 213 del Centro Medico de Mao ,me esperaba, allí junto a los comunicadores, José Tejada,Daniel ,Doris y Leaquina,los últimos de apellido Rodríguez, compartimos con Roberto Rosario.
El famoso Rubirosa, el mismo de las luchas estudiantiles, el de los reportajes con estilo peculiar, el muchacho grande de la sonrisa sin malicia, el no posee mas riqueza que el cariño de su gente, Rosario perdió la visión por la visita de una diabetes mas alta que el Monumento de Santiago.
Fue un encuentro sin canciones, sin vino pero con los ojos pintados de esperanzas de Leaquina, con la dulce voz de Doris que parecía cantar con el Piano del Sol que entraba por la ventana, momentos en que todos intentábamos dibujar un Corazón en las ilusiones de este amigo que tiene el deseo de sentirse vivo mirando los túneles en las piernas de las mujeres
Ver a una persona tan inquieta en una cama es doloroso, ha pesar de que el ha mantenido el buen sentido del humor, ignorando la tristeza que ha tratado de llevarle la retinopatía diabética que ha quitado la luz a sus pupilas, pero las semillas de su sueños de seguir publicando en su Periódico El Sol De La Línea lo mantiene en pie de lucha.
Apretamos sus manos y transmitimos las fuerzas para juntos volar, a sabiendas de los hombres como el no saben perecer solo vivir, esperando que sus ojos abran de nuevo y sus pupilas iluminen mas que los faros, mantenemos la alegría porque de irte no es tiempo todavia, ahora te toca disfrutar la comodidad de la casa que siempre soñaste y que hace poco conseguiste
Que todo aquel que pueda le tienda la mano, es ahora cuando el necesita, para hacerle sentir menos pesada esta realidad cruda que el vive junto a su familia, preparémonos para compartir con Roberto el día en que pueda ver de nuevo las nubes de algodón correr como las cortinas de un escenario y escucharle decir, amigos de nuevo los veo
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